cómo intentan las aseguradoras reducir tu reclamo por lesiones

Las compañías de seguros se presentan como tu apoyo en momentos difíciles, con anuncios donde prometen estar a tu lado cuando más lo necesitas. Sin embargo, cuando sufres un accidente y presentas un reclamo por lesiones, su prioridad real es proteger sus propias ganancias, no tu bienestar. Sus ajustadores están entrenados para pagar lo menos posible, incluso en casos donde la responsabilidad del asegurado parece clara.

Entender cómo intentan las aseguradoras reducir tu reclamo por lesiones es fundamental para no caer en sus tácticas. Muchas víctimas, especialmente dentro de la comunidad latina, confían en lo que les dice el ajustador y terminan aceptando acuerdos muy por debajo de lo que realmente necesitan para cubrir sus gastos médicos, pérdida de ingresos y dolor y sufrimiento.

En este artículo veremos las estrategias más comunes que utilizan las compañías de seguros para disminuir el valor de tu caso y qué puedes hacer para protegerte. Cuanta más información tengas, más preparado estarás para defender tus derechos y tomar decisiones informadas sobre tu reclamo.

Por qué las aseguradoras no son tus aliadas

Es importante entender desde el principio que la aseguradora no trabaja para ti, sino para la persona o empresa que pagó la póliza. Su negocio se basa en cobrar primas y pagar lo menos posible en reclamos. Cada dólar que no te pagan es un dólar que se queda en la compañía.

Los ajustadores de seguros suelen ser amables, pacientes y educados. Pueden decir que quieren ayudarte, que solo necesitan “unos datos” o que están “de tu lado”. Sin embargo, su trabajo consiste en recopilar información que pueda usarse para reducir o negar tu reclamo, y en convencerte de aceptar la cantidad más baja que estés dispuesto a tomar.

Por eso, aunque el trato sea cordial, nunca debes olvidar que la aseguradora tiene intereses distintos a los tuyos. Tú quieres recibir una compensación justa por tus lesiones y pérdidas, mientras que la compañía busca cerrar el caso pagando lo mínimo posible.

Táctica 1: Contactarte rápidamente para ganar tu confianza

Una de las primeras estrategias es llamarte muy pronto después del accidente. A veces lo hacen cuando aún estás en recuperación, tomando medicamentos o sin entender bien la gravedad de tus lesiones. En ese momento puedes sentirte vulnerable, confundido o agradecido porque alguien “se está encargando”.

El ajustador puede presentarse como un amigo, decir que quiere resolver tu caso rápido y prometer que “no necesitas abogado” porque ellos se harán cargo. Este acercamiento tiene un objetivo claro: que confíes en la aseguradora, compartas demasiada información y aceptes un acuerdo antes de que conozcas el valor real de tu reclamo.

Cuando aceptas una cantidad baja al inicio, renuncias al derecho de reclamar más adelante si tus lesiones resultan más graves de lo que pensabas. Por eso, es importante ser muy cuidadoso con lo que dices y no firmar nada sin entenderlo por completo.

Táctica 2: Usar tu declaración grabada en tu contra

Otra táctica común es pedirte una declaración grabada. El ajustador puede decir que es solo un trámite normal, que “no pasa nada” y que es para “acelerar el proceso”. En realidad, cada palabra que digas puede ser analizada cuidadosamente y utilizada más tarde para argumentar que tu reclamo vale menos.

Por ejemplo, si en la grabación dices que “te sientes un poco mejor” o que “crees que estás bien”, la aseguradora puede usar esa frase para decir que tus lesiones no eran tan serias. Si te confundes al explicar cómo ocurrió el accidente, pueden cuestionar tu credibilidad o tratar de culparte parcialmente.

Lo más recomendable es no dar declaraciones grabadas a la aseguradora contraria sin asesoría legal previa. Un abogado de lesiones personales puede indicarte cómo responder, qué información es necesaria y qué detalles podrían perjudicar tu caso.

Táctica 3: Minimizar tus lesiones y tus tratamientos médicos

Las compañías de seguros suelen cuestionar la gravedad de tus lesiones y la necesidad de ciertos tratamientos. Pueden argumentar que fuiste demasiado al médico, que la terapia física fue “excesiva” o que ciertos estudios, como resonancias magnéticas, no eran necesarios.

También pueden usar el tiempo en tu contra. Si tardaste algunos días en ir al hospital o al doctor porque pensaste que el dolor se te iba a pasar, pueden decir que tus lesiones no fueron causadas por el accidente, sino por otra cosa. Además, si dejas de asistir a tus citas médicas por falta de tiempo, dinero o miedo, la aseguradora puede afirmar que ya estás recuperado.

Para proteger tu reclamo, es fundamental seguir las indicaciones de tus médicos, asistir a tus citas y guardar todos los registros de tratamientos, recetas, estudios y diagnósticos. La documentación médica sólida es una de las mejores defensas contra esta táctica.

Táctica 4: Culparte parcial o totalmente del accidente

Otra forma de reducir lo que tienen que pagarte es decir que tú también tuviste la culpa, aunque sea en parte. La aseguradora puede argumentar que ibas distraído, que manejabas muy rápido, que no respetaste una señal o que no tuviste el cuidado razonable para evitar el choque o la lesión.

En muchos lugares, si te consideran parcialmente responsable, el valor de tu reclamo puede reducirse según el porcentaje de culpa que te asignen. La compañía de seguros lo sabe y buscará cualquier detalle para aumentar tu participación en el accidente y disminuir la responsabilidad de su asegurado.

Por eso es importante no hacer comentarios como “tal vez fue mi culpa” o “no estaba poniendo toda mi atención” cuando hablas con un ajustador. Es mejor limitarse a los hechos básicos y dejar que tu abogado y las evidencias hablen por ti.

Táctica 5: Usar retrasos para presionarte a aceptar menos

El tiempo es una herramienta que muchas aseguradoras utilizan en su favor. Pueden tardar en responder, pedirte documentos una y otra vez, cambiar de ajustador o prometer que “están revisando el caso”. Mientras tanto, tú estás preocupado por cuentas médicas, renta, comida y otros gastos diarios.

El objetivo de estos retrasos es cansarte y crear presión económica. Cuando una persona está desesperada, es más probable que acepte cualquier oferta, aunque sea injusta, con tal de recibir algo de dinero rápido. La aseguradora lo sabe y se beneficia de esa necesidad.

Contar con un abogado que dé seguimiento constante a tu caso, que exija respuestas y que sepa cuándo una demora ya no es razonable puede equilibrar la situación y ayudarte a resistir esta táctica.

Táctica 6: Ofrecer acuerdos rápidos y muy bajos

Otra estrategia clásica es hacerte una oferta de dinero muy pronto, a veces pocos días o semanas después del accidente. El ajustador puede decir que es “lo máximo que pueden pagar” o que esta es “una oportunidad única” para cerrar el caso.

Al principio, la cifra puede parecer atractiva, sobre todo si aún no has recibido todas las cuentas del hospital o si no sabes cuánto durará tu recuperación. Sin embargo, en muchos casos estas ofertas no consideran tratamientos futuros, terapias adicionales, cirugía que podría necesitarse, pérdida de ingresos a largo plazo ni el daño emocional.

Una vez que aceptas y firmas un acuerdo, generalmente no podrás pedir más dinero después, aunque tus lesiones resulten más graves. Por eso, nunca es buena idea aceptar la primera oferta sin evaluar el panorama completo con ayuda profesional.

Táctica 7: Revisar tus redes sociales para buscar contradicciones

Las aseguradoras saben que las redes sociales muestran una parte de tu vida. Algunas compañías revisan tus publicaciones y las de tus amigos o familiares para encontrar fotos, videos o comentarios que parezcan contradecir tus quejas de dolor o limitaciones físicas.

Por ejemplo, si dices que no puedes caminar bien, pero apareces en una foto de pie sonriendo en una reunión familiar, la aseguradora podría usar esa imagen para decir que exageras. No importa que en realidad hayas estado sufriendo dolor y que solo te hayas puesto de pie unos segundos para la foto, la imagen no muestra el contexto completo.

Por eso es una buena práctica limitar al máximo las publicaciones en redes sociales durante tu caso y pedir a tus seres queridos que no hablen del accidente ni suban fotos tuyas sin tu permiso.

Táctica 8: Usar médicos y peritos que favorecen a la aseguradora

En algunos casos, la compañía de seguros puede pedir que te evalúe un médico elegido por ellos. Aunque se presente como un “examen independiente”, en la práctica muchos de estos profesionales trabajan con frecuencia para aseguradoras y conocen lo que estas esperan de sus informes.

El resultado de esa evaluación puede minimizar tus lesiones, decir que ya estás recuperado, que tus problemas son leves o que tus molestias se deben a condiciones preexistentes y no al accidente reciente. Estos informes luego se utilizan para justificar ofertas bajas o negar ciertos tratamientos.

Tu abogado puede ayudarte a enfrentar esta táctica al apoyar los informes de tus propios médicos, cuestionar conclusiones injustas y, cuando sea necesario, presentar la opinión de especialistas que sí evalúen tu condición de manera completa e imparcial.

Táctica 9: Cuestionar el dolor, el sufrimiento y el impacto en tu vida

Además de los gastos médicos y la pérdida de ingresos, una parte importante de muchos reclamos por lesiones es el daño no económico, como el dolor físico, la angustia emocional, el miedo a manejar, la pérdida de actividades que antes disfrutabas y el impacto en tus relaciones personales.

Como no hay facturas que indiquen cuánto vale ese sufrimiento, las aseguradoras suelen cuestionarlo o tratar de minimizarlo. Pueden decir que tus lesiones fueron “menores”, que el tratamiento fue “breve” o que cualquier persona en tu situación habría regresado a su vida normal mucho antes.

La mejor forma de responder a esta táctica es documentar cómo el accidente ha afectado tu vida diaria. Llevar un registro de tus síntomas, de las actividades que ya no puedes hacer, del impacto en tu trabajo y en tu vida familiar puede ayudar a mostrar la dimensión real de tu sufrimiento.

Qué puedes hacer para proteger tu reclamo por lesiones

Aunque las tácticas de las aseguradoras pueden parecer abrumadoras, hay varias cosas que puedes hacer para proteger tu caso desde el principio:

Seguir las indicaciones médicas, asistir a tus citas y guardar copias de todos tus estudios, recetas y reportes.

Evitar hablar de detalles del accidente, tus lesiones o tus tratamientos con la aseguradora contraria sin asesoría legal.

No aceptar la primera oferta de la compañía de seguros sin entender el valor real de tu caso y sin conocer tus necesidades futuras.

Ser muy cuidadoso con lo que publicas en redes sociales y pedir a tus amigos que no compartan información sobre tu salud o el accidente.

Guardar recibos, comprobantes de pago, evidencia de pérdida de ingresos y cualquier documento que muestre tus gastos relacionados con el accidente.

Consultar con un abogado de lesiones personales lo antes posible para que revise tu situación y te explique tus derechos.

La importancia de contar con un abogado de lesiones personales

Enfrentarte solo a una aseguradora que conoce todas estas tácticas puede ser muy difícil. Un abogado de lesiones personales con experiencia entiende cómo trabajan las compañías de seguros, sabe qué estrategias suelen usar y cómo responder a cada una de ellas.

Un buen abogado puede:

Explicarte tus derechos y el proceso de principio a fin.

Encargarse de la comunicación con la aseguradora, para que tú no tengas que hablar con el ajustador ni preocuparte por decir algo que te perjudique.

Revisar con detalle tu documentación médica y, si es necesario, recomendarte especialistas que puedan evaluar mejor tus lesiones.

Calcular el valor real de tu reclamo, considerando no solo tus gastos actuales sino también tus daños futuros y el impacto emocional.

Negociar en tu nombre y preparar tu caso para llegar a un acuerdo justo o, si es necesario, presentar una demanda y defenderte ante la corte.

Contar con representación legal no solo aumenta tus posibilidades de obtener una compensación más justa, también te da tranquilidad para enfocarte en lo más importante, que es tu recuperación.

Conclusión

Ahora que sabes cómo intentan las aseguradoras reducir tu reclamo por lesiones, es más fácil reconocer sus tácticas y evitar errores que puedan costarte tiempo y dinero. Recuerda que el objetivo de la compañía de seguros es proteger sus finanzas, no tus necesidades médicas ni tu estabilidad económica.

No estás obligado a aceptar la primera oferta, ni a dar declaraciones grabadas sin asesoría, ni a enfrentar este proceso solo. Tienes derecho a informarte, a preguntar, a obtener una segunda opinión y a trabajar con un profesional que defienda tus intereses.

Si tú o un ser querido han resultado lesionados en un accidente y sientes que la aseguradora está tratando de pagar menos de lo que corresponde, habla con un abogado de confianza. Con la ayuda adecuada, puedes proteger tu reclamo, hacer valer tus derechos y buscar la compensación que realmente necesitas para seguir adelante con tu vida.

Si estás buscando un abogado de lesiones personales con experiencia en reclamos contra compañías de seguros, el equipo legal de 888 Si Ayuda puede orientarte en español, revisar tu caso con detalle y ayudarte a enfrentar a la aseguradora con conocimiento y firmeza.